domingo, 14 de diciembre de 2008

'Bella' ya está en los cines

Cine católico
'Bella' ya está en los cines
Por B. Nava

Es fácil encabezar este artículo con un gran titular que dijera algo así como ‘actor de Hollywood se reencuentra con su fe cristiana’ pero la historia de Eduardo Verástegui va más allá del intérprete que un día su vida cambio y descubrió la fortaleza de los principios de su educación católica que desde bien pequeño le habían enseñado sus padres y que en el vertiginoso camino hacia el éxito profesional había dejado olvidado. Ahora con su primer proyecto cinematográfico propio puede sentirse orgulloso de haber salvado, al menos, a 100 niños. Bebés que sus madres estaban dispuestas a abortar.

Para una joven promesa del mundo cinematográfico no ha sido nada fácil mantener sus convicciones morales y rechazar importantes papeles que le podrían haber encumbrado a la fama de la noche a la mañana. Sin embargo, su opción fue la de mantenerse alejado de todo aquello que no se ajustara a su fe y al convencimiento de que el cine es algo más que una industria, es una ventana abierta al mundo a través de la que se puede evangelizar, mostrar al mundo la realidad del cristiano y unos principios tan básicos como el de mantener la fe pese a las adversidades y creer firmemente en la familia.

Bella y Metanoia films
Tres años sin trabajar en el cine, sin mostrarse, es una apuesta arriesgada en un mundo en el que “si no te ven no existes” pero Eduardo Verástegui perseveró en su espera y esta se materializó en ‘Bella’. El primer ‘bebé’ de la productora ‘Metanoia films’ creada por él mismo se ha convertido no sólo es un éxito de taquilla sino también en un buen revulsivo para las conciencias sociales a través de un lenguaje claro sobre la influencia beneficiosa de la familia, la defensa y el derecho a la vida, incluso del no nacido y por qué no de la belleza de la fe cristiana. Ni siquiera el nombre de su productora se dejó al azar. “Queremos crear metanoias, conversiones, en los corazones de la audiencia, para que cuando vean nuestras películas se vayan queriendo amar más y juzgar menos, perdonar más y quejarse menos”.

El mexicano Alejandro Monteverde ha llevado a la gran pantalla este filme que reivindica los valores latinos y la dignidad humana. ‘Bella’ narra la historia de una mujer que es despedida de su trabajo justo cuando se entera que está embarazada en una inhumana Nueva York, y establece una amistad con un futbolista latino caído en la desgracia. A través de esta amistad, la redención de ambos personajes se va elevando con intensa emotividad, en el marco de una familia acogedora y de circunstancias que van mostrando la hermosura de la vida cuando se vive con esperanza.

“Para mí no hay nada más grande que defender a aquellos que no tienen voz”, asegura el actor.

‘Bella’ se ha basado en hechos reales y es que este actor que un día se vio deslumbrado por los focos de Hollywood y supo reconocer el vacío de la vanidad y lo superficial de la fama, es un activo defensor pro-vida que ha recorrido clínicas abortistas aconsejando a las jóvenes que no abortasen. “En la zona donde yo vivo en Los Ángeles, en menos de una milla (aproximadamente 1,6 km.) hay 9 clínicas abortistas”, asegura el actor. “Los jóvenes no tienen referencias morales adecuadas en la televisión y yo me he propuesto que mi abuela, mi madre, mi familia, pueda ver una película sin que en ningún momento tenga que taparle los ojos avergonzado por las escenas que se reflejan en la pantalla”.

Las historias reales confluyen en esta película. Historias que acercan al espectador una realidad cotidiana. “Hace un año y medio –explica Verástegui- me encontraba en Miami enseñando la película a un grupo de amigos, dos días después uno de ellos me llama y me dice que la novia de uno de sus mejores amigos está embarazada y que al día siguiente a las a las 8 de la mañana tienen cita para terminar con el embarazo. Ella quería tener a su bebé pero se tragaba las lágrimas porque él le había dicho que si realmente le amaba él no podía ser papá y ella no podía ser mamá. Era la una de la mañana pero me armé de valor y le llamé. Le dije que lo que iba a hacer era un crimen e, influenciado por las veces que había interpretado el papel del protagonista de la película, le dije que si realmente no querían tener un hijo que me lo dieran en adopción. Por un momento me vi papá. Al final –continúa el actor-, no abortó y días después fui a verles y les enseñé la película. Esta niña, a la que pusieron por nombre Bella, y tantas otras historias como ésta son los mejores premios que puede obtener la película”.